De éste modo
fue como di mis inicios a la
pintura. De niño siempre he sentido
mucha afinidad por toda manifestación artística, involuntariamente cual sea, así que desde niño siempre supe que quería
desarrollar al menos una cualidad de las siete artes, que son las más
trascendentales en la historia humana tanto conocidas como aceptadas. Comencé
en una búsqueda tanto interior como exterior en busca de mis cualidades dando
inicio con los instrumentos, primero, a base de pequeños y humildes ahorros me
compré mi primer guitarra acústica, llevé unas pocas lecciones y no me gustó.
Después, igualmente, con humildes ahorros me compré un teclado eléctrico, éste
instrumento sí me gusto más a tal punto que conseguí entrar en un grupo
sencillo de reggae cartaginés aunque
tampoco serví del todo con ello, no por el momento. Esto transcurría
aproximadamente en el 2009 cuando tenía unos 16 años de edad, meses después
llegué a conocer un profesor súper genial en el Colegio Nocturno de Cartago
llamado Felix, un ser Marxista, un ser pedagogo, un ser admirable y respetable por sus valiosos conocimientos. Él me
influyó en mí a que cogiera libros y empezará a leer y a leer,
interminablemente. Fue tanto mi amor y pasión por todos aquellos autores que me
empezaban a fascinar en mi juventud adolescente que sentí mi necesidad de
experimentar esta otra manifestación artística mientras que en 2010 conocería
otro gran profesor y pedagogo llamado Fernando Murillo, en dicha institución ya
mencionada anteriormente, él me enseñó a tener los principios básicos para
escribir y el orden suficiente para ser leído plácidamente. Estos dos respetables, queridos y admirables
profesores me ayudaron a sentir la pasión que hoy por hoy siento por la lectura
y la escritura (es una pena que muchas veces los alumnos no sepan apreciar
estas características de dichos docentes) así pues realicé dos relatos, relatos
algo extraños que ni bien sabría dar definir qué son, aparte de otros escritos
más, como lo es éste.
A pesar que he sentido un amor hacia la
lectura y la escritura no me adapté mucho a ésta manifestación artística
meramente por las cuestiones “SOCIOCULTURARES”
de mi región latinoamericana, sobre todo la región centroamericana, ¿a qué
cuestiones socioculturales me refiero? Simple,
a la inutilidad mayoritaria de leer y
conocer respecto a escritores contemporáneos de regiones vecinas. Cosa que
me desanimó bastante en su momento y me hizo tomar la decisión de no dedicarle
mayor tiempo a esta manifestación
artística a excepción de cuestiones
personales.
De las siete
artes más conocidas ya tenía dos intentos sin una verdadera fijación, no me
preocupaba porque aún estaba en esa búsqueda artística y no me daba por
vencido; justo cuando encontraba a mi escritor favorito también encontraba una figura contemporánea que me influenciaría mucho en muchos
aspectos tanto artísticos como personales, éste artista es Brian Warner. Cada
vez que miraba una de sus entrevistas, leía sus letras de sus canciones, sus
poses, sus ideas, su vestuario, su Filosofía, su poco interés en ser aceptado
en una sociedad llena de doble moral me inspiraba cada vez más hasta que llegué
a dar con una de sus cualidades menos conocidas, sus piezas artísticas
valoradas en millones (pues claro ya para ese momento era una estrella conocida
mundialmente pero no por eso dejó influenciarme), mirar la capacidad pictórica “desastrosa
mentalmente” para hacerlo hermoso, hacer un deleite visual con colores opacos
y aguados junto con las emociones de melancolía,
tristeza, zozobra, tragedia y el horror de su propio reflejo por medio de las pinturas me cautivo, me atrapó (y aún lo siguen siendo
para mí). Cuando miré sus pinturas también miré unas pocas entrevistas de sus pinturas y ahí supe
en ese mismo instante que era lo mío, para que vine en este decadente mundo
social, y cómo representar una belleza lúgubre que pocos, muy pocos, son dignos
de admirar y más que admirar es aceptar.
A finales
del 2011, ósea a los 18 años, ya sabría a que dedicarme el resto de mi vida y
ser reconocido por ello. Así fue que empecé a desarrollar esta cualidad de
forma individual y autodidacta. La única persona cercana a mí que sabía que
pintaba era la mamá de una mi mejor amigo para esa época, hablé con la señora y
me dio mi primer lección, y la última (Ja,Ja,Ja) porque desde un principio ya tenía
mis fundamentos pictóricos y uno de estos fundamentos era NO pintar paisajes o temas tradicionales de la sociedad
Costarricense sino utilizar la pintura
como medio de EXPRESIÓN ARTÍSTICA, sin embargo acá empezó todo porque aprendí
las cosas básicas de la pintura (utensilios). 2011, 2012, 2013 años de
experimentación completamente individuales.
A inicios
del 2014 ya sabía que era necesario mejorar mi arte porque era muy simple y
completamente abstracto, yo sí sabía lo que quería expresar pero el problema
era que las personas a mi alrededor no lo entendían así que mejorar mis
características pictóricas me ayudarían más a desarrollarme como artista y me
matriculé en la Casa de la Ciuda, Cartago, para tener un poco más de
profesionalismo en mi oficio artístico. 2014, 2015 y a mediados del 2016 realicé
esos cursos libres que me fueron de bastante utilidad.
Para el
resto del 2016 y 2017 continuar, de forma
nuevamente autodidacta e
independiente mi AFICION (¡no es hobby!) Hasta encontrarme con los avances de hoy día.
Mi
desarrollo artístico ha sido un crecimiento muy paulatino y a la vez corto sin
embargo, para una persona que considera que tiene el “lujo del tiempo” siempre
y cuando haya salud avanzaré en mi arte y
curriculum como artista. Lo que
me resulta más irónico de toda esta experiencia personal que he vivido hasta
ahora son dos.
1) De niño siempre envidiaba a esos
“compañeritos” que dibujaban mejor que yo, yo quería dibujar como ellos, lo
intentaba pero no me resultaba nada igual. Hoy por hoy… ellos ya no dibujan, en
cuanto a mí creo haberme superado a tal
punto que si yo hubiera visto algún trabajo mío de este año a esa edad infantil
nunca me hubiera creído que yo mismo fuese el creador de tal obra.
2) Una segunda ironía es creer saber que
camino uno elegirá de pequeño sin saber que caminos dará la vida. ¿Por qué lo menciono?
Porque creí que me desarrollaría como segunda vocación artística la cualidad
musical o la cualidad narrativa, nunca, pero nunca me esperaba que
desarrollaría una de las artes más respetables (lamentablemente menos apreciadas
en varios lugares geográficos), la arquitectura. ¡Un Arte, para los valientes!
Capacidad de cautivar a una gran cantidad de seres humanos a través de
una obra arquitectónica, sea pequeña o sea gigantesca. ÉSTE
ARTE QUIZÁ ES EL MÁS PERFECTO Y DIFÍCIL del que puedo asegurar
hoy por hoy. Aceptando el acto que no
cualquiera se puede llamar arquitecto tenga o no un el título correspondiente sino por el nivel de atraer, seducir, encantar, ganar, captar
a todo aquel individuo que camine o pase junto a su obra de ediliciay diga “Increíble”, “Hermoso”, “apasionante”.
Básicamente
ya tengo cumplo 6 años plasmando ideas, emociones, sentimientos, pasiones,
experiencias en mis lienzos, esto nadie
me lo puede arrebatar, 6 años
invertidos en un proyecto que me llamo desde que fui un pequeño niño, ése niño
introvertido, de difícil sociabilidad y algo distraído, ahora en mi etapa
adulta carente de sentimientos a la especie
humana y la carencia de “colores” de este mundo frío y cruel me hace tener la
necesidad de crear, imaginar mi mundo, un mundo donde yo creo, diseño, plasmo y
expreso, lo que no puedo encontrar con facilidad ahí afuera en el mundo
exterior o como ustedes conocen “la sociedad”. Es acá donde se admite, se
respeta, inclusive se admira, al artista
por la creación de mundos imaginables para la mayoría de los seres humanos y
cautivarlos con las pinceladas, lo tonos, las figuras, las emociones con la
simple finalidad de un goce plural sea
un goce cálido, un goce trágico u un goce horroroso pero no deja de ser eso un
goce tanto colectivo como individual.
No podré cerrar éste sencillo pero bien
detallado escrito sin antes mencionar la
persona que me hizo tomar la decisión de
encontrar un arte y de enorgullecerlo, sí, ya he mencionado antes dos grandes y
respetables profesores, también he mencionado otros dos grandes personajes
históricos que me ayudaron en mis percepciones personales, sin embargo hubo una
persona que me instó a dejar una huella en la historia, un legado, aunque sea familiar y se lo debo a mi
hermano mayor.
¿Alguien leerá esto?
No sé, no puedo negar una indiferencia
al decir que no me importa porque sé que no es así, a pesar de esto no me
detendré a escribir, dejar un rastro de mi proceso artístico en todo sentido
posible, esto por si en el futuro llegara
a ser de alguna necesidad o importancia
para la familia Zúñiga Alvarado, para Cartago
o para Costa Rica…
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